Este enfoque se nutrió de la literatura económica sobre crecimiento de largo plazo, en al cual ha habido avances considerables. En particular, cuatro visiones conceptuales debaten sobre los determinantes del bienestar. Primero, aquellos que enfatizan la importancia de las instituciones, liderado por Daron Acemoglu y James Robinson. Segundo, aquellos que se centran en la geografía, uno de cuyos abanderados más elocuentes es Jarred Diamond. Un tercero se centra en el papel crucial de la innovación y la tecnología, abanderado por Joel Mokyr. Y finalmente, aquellos autores que enfatizan la política frente al comercio internacional.

Después de dictar estos temas por espacio de 8 años a casi dos mil estudiantes, en mi curso de Pobreza y Riqueza, llegué a la conclusión de que en lugar de ser visiones excluyentes, estas cuatro visiones debían ser utilizadas para identificar qué le faltaba a un país en cada momento del tiempo, con su situación y características geográficas e históricas.

La locomotoras reflejan miles de páginas de lecturas y horas de discusión académica; representan el estado del arte en la identificación de sectores, tema complejo y siempre sujetó a debate; abanderan una visión ecléctica y robusta, que se debe ir adaptando en la medida que se vayan superando determinados cuellos de botella en nuestra economía; y articulan la agenda de ascenso social con la de prosperidad económica.

Hay analistas que critican este enfoque. Con todo respeto, me permito pedirles su récord en la generación de ahorro público cundo estuvieron como autoridades económicas; su record en la lucha contra la revaluación; en el costo del dinero y en el acceso a mercados internacionales; y en especial en la atención que en su momento le prestaron a los sectores de los que ahora quieren ser adalides, pero que descuidaron cuando ellos mismos estaban en el servicio público. Así mismo, si sus visiones editoriales de fin de semana resultan de una revisión sería de la literatura académica.

Que algunas de las cinco locomotoras hayan tomado más de lo esperado en alcanzar la velocidad esperada no desdice del acierto de este enfoque. Creo firmemente que es la visión correcta para el presente y el futuro del país, y recoge lo que se entiende hoy como los determinantes clave de la prosperidad social y nacional.