En tiempos recientes se ha construido un diálogo entre un grupo numeroso de economistas que se ha traducido en un esfuerzo por escribir lo que podríamos llamar el “Consenso de Bogotá”. La agenda contempla una propuesta de crecimiento, crear un nuevo “contrato social”, consistente en reformas de pensiones, mercado laboral, gasto público, tributación, entre otros temas. Este grupo de economistas dirigió una carta a los pre-candidatos presidenciales. Lauchlin Currie decía que cuando los economistas colombianos se ponen de acuerdo en algo, hay que tener cuidado. A continuación, expreso mis personales reservas frente a este “consenso”.

Juan Carlos Echeverry