Por: Salud Hernández-Mora

Semana Opinión

Ya supongo que en Anapoima la aristocracia cachaca celebrará este fin de semana el aterrizaje del exministro de Santos en la Coalición de la Esperanza. Se imaginarán atravesando el portón de Casa Nariño bajo palio, ahora que llegó Alejandro Gaviria. No deberían olvidar que necesitan mucho más que un rostro amable y el aplauso de la mayoría de medios y opinadores.

Si no, que les pregunten a los gurús De la Calle y Cristo. Las mismas voces que hacen la ola a Gaviria pronosticaban la victoria del excomisionado, y sufrió un batacazo histórico con solo 365.000 sufragios. Despilfarró plata estatal y quedó con una multimillonaria deuda personal que no sé si habrá podido saldar.

Aunque en elecciones todo es posible y se han visto cadáveres políticos resucitar, es la Experiencia la que va ganando terreno en las últimas semanas con el doble juego de sumar galácticos políticos y ofrecer la imagen de un equipo sólido, unido y moderno, sin complejos ni personalismos, que ha logrado la proeza de domar y disimular los egos.