Propongo un aumento del 11 por ciento para el salario mínimo. Diez razones que sustentan esto.

Vía El Tiempo
  1. La inflación de 2021 está cerca del 5 % y, a octubre, los alimentos suben 13 %. Las familias que viven del mínimo dedican buena parte de su ingreso a comprar alimentos. El 11 % le devuelve lo perdido.
  2. La productividad creció este año cerca del 3 %, con lo cual el mínimo aumento del salario mínimo debería ser del 8 % (5 de inflación más 3 de productividad). Los tres puntos adicionales legitiman a empresarios solidarios y defienden la economía de mercado para todos.
  3. El salario mínimo es uno de los costos de producción, pero la decisión de contratar depende de levantar trabas que ponen la Dian, el Invima, la Anla, y muchas otras agencias del Estado, dedicadas a entorpecer a los empresarios; además de dificultades de infraestructura y logística, energía cara, falta de crédito, ausencia de tecnología de poscosecha y cadena de frío, aduanas entorpecedoras, falta de diplomacia comercial y la gravosa estabilidad laboral reforzada. La tarea primordial del próximo presidente es una nueva filosofía estatal y de gestión que transforme la mente de los empleados públicos. El Estado actual no va a ningún lado, con salarios altos o bajos.
  4. El problema más importante de Colombia es ofrecerles trabajo a 10 millones de trabajadores informales y a cinco millones de mujeres que no pueden entrar a trabajar por cuidar a sus hijos, hermanos, personas mayores, o un pariente en situación de incapacidad. La solución es crear volumen de negocios y una economía del cuidado que libere a las mujeres.
  5. Es también el momento de introducir aumentos diferenciales de salario por departamento. En Boyacá, Córdoba y La Guajira, los aumentos de costo de vida son menores; el mínimo allí puede subir 8 %. Mientras que en Atlántico, Norte de Santander o Quindío se puede llegar al 11 %. Los técnicos de Dane e investigadores pueden hacer la propuesta del aumento por regiones.
  6. Se deben permitir contratos laborales por horas, con la correspondiente cotización. El salario mínimo por hora en la industria en Colombia está entre un dólar y un dólar con cincuenta. El de México y el de China son tres veces el nuestro. El de EE. UU. es más de diez veces el de Colombia. Así mismo, desligar la formalización de las contribuciones de salud y pensiones.
  7. El nobel de economía de 2021, David Card, mostró que no hay una relación unívoca ente cambio en el empleo y cambios en el salario mínimo. Ante aumentos del mínimo, los negocios que pagan por encima de este no reducen su empleo. Y, ojo, los negocios que pagan el mínimo aumentaron los puestos de trabajo.
  8. Debemos ofrecer a las empresas, pequeñas y grandes, un paquete de valor agregado verdaderamente competitivo frente a México y Costa Rica; atraer una inmensa cantidad de negocios internacionales. Abandonar la tara mental del O y cambiarla por el Y: Petróleo O turismo. Minería O agricultura. Se puede y se debe hacer todo: agricultura, turismo, petróleo y minería, en los mismos municipios y departamentos, coherente con un ambiente sano y una matriz energética cada vez más limpia.
  9. Se dice que el salario mínimo es muy cercano al salario medio, y se concluye que hay que bajar el mínimo. La verdadera solución es subir el salario medio a punta de nueva economía, donde no la hay: 1.070 municipios que crean muy poco valor agregado. La Colombia actual es de 49 municipios de alto valor agregado. Cuando hablamos de crecimiento, hablamos de esos 49, no de los 1.070 restantes.
  10. La pandemia sumada a 2,4 millones de venezolanos estancaron los salarios e ingresos. Este es el momento de la generosidad y la solidaridad de los empresarios. Durante años hemos culpado a los salarios de todo tipo de males, mientras llenamos a nuestros empresarios de innumerables trabas, tasas, contribuciones y palos en la rueda. Todo eso debe cambiar. Si no lo hacemos, de poco nos valdrá mantener los salarios bajos.